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Devocional 21 Mayo 2025

May 21, 2025 • Steve Torres
"Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo" (Hebreos 1:1-2, RVR1960)

El libro de Hebreos comienza sin introducciones ni cortesías. No hay un autor con nombre propio, ni un público claro, ni un saludo personal. En lugar de eso, el escritor se lanza directamente al corazón del mensaje: Dios ha hablado -final y plenamente- en su Hijo. Los profetas de antaño eran los mensajeros de Dios, que decían la verdad en sombras, símbolos y fragmentos. Pero ahora, en estos “postreros días”, Dios nos ha dado algo infinitamente mejor: el Hijo mismo.

La identidad de Jesús se resume en pocas palabras: Es el Hijo, el Heredero y el Agente de la Creación. No son sólo títulos: revelan su naturaleza y su papel en toda la historia. Al igual que un hijo es heredero de los bienes de su padre, Jesús es el heredero de todas las cosas (cf. Salmo 2:7-8). Todo lo que existe -cada nación, cada trono, cada alma- le pertenecen en último término.

Más que eso, Él es el mismo “por quien [Dios] hizo el universo”. Jesús no es sólo el heredero de la creación; es su arquitecto. Como dice Juan 1:1-3, “En el principio era el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios… Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho”.

Esto enlaza directamente con el Génesis 1, donde el mundo fue hablado a la existencia. Jesús es esa Palabra divina: la voz de Dios en la creación. Ahora, Él es también la voz de Dios en la redención. Aquel que creó por medio de su Palabra, ahora habla de nuevo la vida a aquellos que le escuchan.

Pablo afirma esta misma verdad en Colosenses 1:16: “Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra… todo fue creado por medio de él y para él”.

Fuimos creados por medio de Él y para Él.

Jesús no es una nota a pie de página en la historia. Él es su Autor y su Meta. Desde la primera luz de la creación hasta la última palabra del Apocalipsis, Jesús es el protagonista. Él es la última Palabra que Dios ha pronunciado, la revelación plena de quién es Dios (Juan 1:18), y Aquel que ahora nos llama a escuchar y seguir.

Hebreos comienza pidiéndonos que no miremos hacia atrás, sino hacia arriba; que no añoremos los días pasados ni las revelaciones parciales, sino que fijemos nuestros ojos en el Hijo. En un mundo lleno de muchas voces, hay una voz que es la más importante: “Este es mi Hijo amado; a él oíd”. (Marcos 9:7)

Escuchemos, pues. Inclinémonos y escuchemos a Aquel por quien el mundo fue hecho y a quien pertenece. Jesús es mejor.

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