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Devotional 19 Julio 2025

July 19, 2025 • Steve Torres

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"Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba." (Hebreos 11:8, RVR1960)

El autor de Hebreos presenta a Abraham como un testigo clave en el gran salón de la fe. Después de Abel, que da testimonio con su muerte (Hebreos 11:4), Enoc, que da testimonio con su vida (11:5), y Noé, que da testimonio con su obediencia y perseverancia (11:7), llegamos ahora a Abraham, cuya vida habla a través de una obediencia como la de un niño.

La fe de Abraham no se basaba en lo que podía ver o comprender. No se le dio un mapa ni una línea temporal clara. Sin embargo, obedeció el llamado de Dios de dejar su país, su parentela y la casa de su padre para ir a la tierra que Dios le mostraría (Génesis 12:1). Hebreos 11:8 destaca esto como la esencia misma de la fe: «Salió sin saber a dónde iba».

Este es el corazón de la exhortación en Hebreos. Se llama a la audiencia a dejar atrás las señales visibles del antiguo pacto (el templo, los sacrificios, el sacerdocio) y a confiar en las realidades mejores e invisibles que se encuentran en Cristo. Hebreos 10:1 nos recuerda que la ley era solo “la sombra de los bienes venideros”. Aferrarse a las sombras es seguro y familiar, pero la fe exige avanzar hacia lo que no se puede ver con los ojos físicos (2 Corintios 4:18). La invitación es la misma para nosotros hoy: abandonar la comodidad de lo conocido y visible, y seguir adelante hacia la herencia que es nuestra a través de Cristo.

Romanos 4:20-21 habla de la confianza inquebrantable de Abraham: “Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios… plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido”. Y esta es la promesa que también heredamos nosotros, si estamos dispuestos a seguir sus pasos. Como nos exhorta Hebreos 6:12, debemos “imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas”.

Abraham no es solo un héroe del pasado, es el modelo para nuestro presente. Gálatas 3:7 dice: “Sabed, por tanto, que los que son de fe, estos son hijos de Abraham.” Nos mostramos como sus hijos cuando nosotros también damos un paso adelante con confianza, incluso cuando el camino que tenemos por delante está oculto.

La fe no es una creencia pasiva, sino una confianza activa. Obedece. Se mueve. Se aferra a la Palabra de Dios como suficiente, incluso cuando todas las demás señales están ausentes. Al igual que Abraham, estamos llamados a ir, incluso cuando no sabemos adónde vamos, porque conocemos a Aquel que nos llama.

Abraham, nuestro cuarto testigo de la fe, sigue hablando a través de esta obediencia como la de un niño. Que tengamos oídos para oír.

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