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Devocional 18 Agosto 2025

August 18, 2025 • Steve Torres

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“Pedro, apóstol de Jesucristo, a los expatriados de la dispersión en el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia, elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas.” (1 Pedro 1:1–2, RVR1960)

Pedro comienza su carta con un saludo que está lejos de ser ordinario. Escribe a los cristianos que son “elegidos expatriados”—escogidos por Dios, pero esparcidos por el mundo. Su exilio no es un accidente de la historia, sino parte del plan de Dios. Desde el principio, el Padre ha conocido y determinado su lugar, así como Pablo nos recuerda que a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo (Romanos 8:29).

Esta elección no queda inactiva, sino que se hace viva “en santificación del Espíritu.” El Espíritu aparta al pueblo de Dios, moldeándolos para vivir en santidad aun mientras habitan como extranjeros en este mundo. Como oró Jesús por sus discípulos: “Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad” (Juan 17:17). La santificación no es estática—es la obra continua del Espíritu en nosotros.

El propósito de este llamado es “para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo.” Así como Israel fue rociado con sangre en el Sinaí para sellar el pacto (Éxodo 24:8), así los cristianos son limpiados y unidos a Dios por la sangre de Cristo. Hebreos nos recuerda que Jesús es el mediador de un nuevo pacto cuya sangre rociada habla mejor que la de Abel (Hebreos 12:24). Esta sangre no solo nos limpia de pecado (1 Juan 1:7), sino que también nos capacita para andar en obediencia.

Pedro cierra el saludo con una oración: “Gracia y paz os sean multiplicadas.” Aun en el exilio, el pueblo de Dios nunca está sin Su favor abundante. Como cristianos, podemos sentirnos dispersos, cansados o fuera de lugar, pero somos escogidos, santificados y limpiados por el Dios Trino. Anímate: tu exilio no es sin propósito—es parte de Su plan, y Su gracia y paz son tuyas en abundancia.

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